“Cada
mañana encomendad a Dios las ocupaciones del día”. San
Juan Bosco
En la bimilenaria historia del
cristianismo han existido muchas formas de orar. La misma Sagrada Escritura así
nos lo muestra.
¿Qué es orar?
Orar es dialogar con Dios,
nuestro Padre celestial, para escucharle, alabarlo, darle gracias y pedirle
aquello que nos conviene. Orar
es abrir consciente, libre, voluntariamente, nuestro
corazón a la divinidad.
La oración es hablar con Dios;
conversar con nuestro Padre del Cielo, con Jesús, con el Espíritu Santo;
conversar con nuestra Madre la Virgen María, con el ángel custodio, con los
santos. Es el camino más cercano a Dios.g
En este diálogo lo más natural es
que digamos alabanzas a Dios, le demos gracias por las gracias y beneficios
recibidos, pidamos perdón e imploremos lo que necesitamos.
Para un cristiano orar es un
deber y lo es también para el sanluisino. Si lo consideramos bien; ¡qué tal
suerte la nuestra: poder hablar todos los días con Dios o con la Virgen, con la
sencillez y confianza de un hijo con su papá, con su mamá!
Dios escucha siempre nuestras
oraciones; lo dice la Biblia: "Me invocarán, y yo les escucharé" (Jer
29,12); "Pidan y recibirán" (Jn 16,24).
¿Tenemos obligación de orar a
Dios?
Si, tenemos obligación de orar a
Dios; pero no sólo obligación, sino necesidad,
porque Dios es nuestro Señor y nuestro Padre, porque Jesucristo nos lo manda y
porque la oración es el medio ordinario de alcanzar la gracia y los demás
beneficios de Dios. San Alfonso María de Ligorio enseñaba claramente: "el
que no reza, no se salva". Se
debe orar en todo tiempo.
¿Cómo hay que orar?
Algunas veces en forma personal y
otras en conjunto, agrada mucho a Dios cuando se ora en familia, los
sanluisinos debemos orar en familia, los padres junto a sus hijos en algún
momento del día. Nuestra oración debe ser ofrecida en fe, en espíritu de humildad y agradecimiento, en
armonía con la voluntad de Dios.
¿De cuántas maneras puede ser la
oración?
La oración puede ser mental y
vocal; o sea, hecha sólo con la mente o hecha con palabras dichas con atención.
Además con oraciones ya elaboradas y aprendidas o con palabras que salen del
corazón y que van directo al corazón de Dios.
¿Dios escucha siempre nuestras
oraciones?
Sí, Dios escucha siempre nuestras
oraciones y nos concede lo que es más conveniente para nuestra salvación,
mediante la oración tenemos acceso a Dios y podemos alcanzar el perdón, la paz
y la fortaleza. Dios sólo actúa en respuesta a nuestra oración.
¿Debemos orar a la Santísima
Virgen María?
Sí, debemos orar a la Santísima
Virgen María porque es la Madre de Dios y es Madre nuestra que intercede por
nosotros y a la que nada negará Jesús cuando le hable de nosotros. La historia
de la Iglesia está marcada por la experiencia de que María Santísima nuestra
Madre escucha siempre a sus hijos. Como bien dice una antigua oración
cristiana: "Jamás se ha oído decir
que alguno de los que han acudido a tu protección, implorando tu auxilio, haya
sido abandonado de Ti".
¿Hemos de orar también al ángel
custodio y a los santos?
Si, hemos de orar al ángel
custodio porque está a nuestro lado siempre para ayudarnos, y a los santos
porque interceden por nosotros ante Dios.
¿Porqué motivos debemos orar?
Hay tantos motivos por qué orar,
debemos orar por ejemplo pidiendo ayuda y bendiciones para nuestros padres y
familiares, maestros, autoridades, para nuestro estudio, trabajo, salud,
economía, por los enfermos, ancianos, desvalidos, encarcelados, perseguidos,
huérfanos, etc.
“Es necesario orar; el que ora como debe, alcanza de
Dios todo lo que quiere”.
Anónimo
Huánuco, 23
de marzo de 2012
FILENO ALMANZOR DÁVILA GABRIEL
Director
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