jueves, 24 de mayo de 2012

DANZA: “LOS RUCUS” O “ACHA RUCU”


    

El 16 de febrero de 2012, el Viceministro de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales Rafael Varón Gabai, y el pueblo; mediante RESOLUCIÓN VICEMINISTERIAL Nº 007-2012-VMPCIC-MC,  en Artículo Único, RESUELVE: DECLARAR  PATRIMONIO CULTURAL  DE LA NACIÓN a la danza “Rukus” de Canchapampa, distrito de Llata, provincia de Huamalíes, departamento de Huánuco, expresión local en la que se unen el culto a las montañas, la presencia de los ancestros originales, la correlación entre el mundo mítico y las autoridades políticas, las relaciones de reciprocidad y la identidad local y distrital, todo ello dentro de una representación lúdica que ha sobrevivido a los cambios, manteniendo sus formas y significados particulares.
Para todo huamaliano, especialmente para los canchapampinos es un alto honor esta  declaratoria que aparte de causarnos desbordante alegría nos compromete a unirnos y a trabajar denodadamente para difundir esta danza a todo nivel, procurando en todo momento mantener su originalidad tanto en la música, en el vestuario y en su coreografía. Además, busquemos con creatividad servirnos de este título honorífico tratando de promover el turismo, especialmente el vivencial y con ello buscar fuentes de trabajo para mejorar nuestras economías y el verdadero desarrollo de nuestros pueblos.
A continuación, con el permiso de los canchapampinos que saben mucho de los rucus,  me permito, desde mi modesta percepción, hacer una breve descripción de esta danza considerada Patrimonio Cultural de la Nación:
“Los Rucus” o “Acha Rucu”
Es una danza originaria del centro poblado de Canchapampa – Llata – Huamalíes, es la expresión de la cultura viva de nuestros pueblos, su naturaleza es pastoril, representa el pastoreo del ganado vacuno en las alturas de nuestra serranía. Se considera una danza pre inca, se cree que su personaje principal antiguamente era la “llama” (una escena refuerza esta hipótesis con el “llamagarpuy”) y a la llegada de los españoles es reemplazada por el “toro” notándose claramente la influencia hispánica.
La danza  “Los Rucus” se bailaba en la festividad del Corpus Christi (por lo que se le denominó también “Corpus Rucu”), además en la fiesta patronal de Canchapampa en honor al Sagrado Corazón de Jesús cuyo día central era el 20 de junio, con la participación de sus cuatro barrios de “Plaza Centro”, “Shaglaya”, “Yacujitanán” e “Ywlacorral” (hace aproximadamente tres décadas que esta fiesta patronal ya no se festeja por el predominio de otras confesiones religiosas en ese lugar), se baila en fiestas patrias, faenas comunales;  en las actividades escolares dentro y fuera de nuestra provincia.
La palabra Acha Rucu  es un término compuesto por dos vocablos quechuas: acha que significa pelo o peluca desordenada, despeinada y rucu, viejo, anciano. Traducido al castellano: viejo pelucón. (OLIVARES FIGUEROA, Gandhy y TABOADA BOLARTE, Melvin 1998: 49)
Al respecto la palabra “acha” provendría del aymara “Haccha” que significa “grande, o largo, o alto”,  que Ludovico Bertonio (1557 – 1625) anota en su Diccionario  Aymara.
Los veteranos de Canchapampa ejecutan la danza con gran entusiasmo y representan a diversos personajes en variada coreografía:
·      Un “toro” que representa a una manada, como distintivo lleva la cabeza cubierta  por una pañoleta roja doblada en forma de triángulo, un saco azul marino  camisa blanca, pantalón azul marino (para las vísperas) y blanco (para el día central),  en el pecho lleva puesta en forma de rombo otra pañoleta con motivos de colores encendidos adornado con espejos en forma de estrellas, con las dos manos sostiene en diferentes posiciones el remedo de un toro en miniatura, armado con chacla de quinual, con cuernos y forrado con piel de becerro.  El toro al danzar se ubica adelante como guiando a toda la cuadrilla.
·      El “repuntero” representa a un mozo fuerte, es el joven conductor del ganado, en la cabeza lleva puesto un chullo, encima del cual va sujetado con hilo un sombrero de paja de ala ancha, viste una casaca de cuero, pantalón de montar de la época de los gendarmes y polainas de cuero, en la espalda lleva atada una manta de colores con ligero equipaje y en la mano lleva un zumbador (látigo con tiras de cuero trenzado, con mango de madera y en la punta va amarrada un poco de cabuya deshilachada, la misma que produce un sonido como el estallar de un cohete cuando se arroja y jala dicho látigo), con el que ordena a los toros que arrea y pastorea; a la altura del pecho a manera de una banda lleva puesto sujetada por una correa un bolso de cuero repujado, más conocido como “capacho”, lo que tendría el mismo uso del “huallqui”, es decir para guardar la coca y el “iscu puru” (un poronguito con cal).
·      Los “rucus” son los ancianos ganaderos, que a pesar de su avanzada edad se muestran como andinos fuertes y resistentes, la frecuencia y agilidad de sus saltos durante la danza así lo demuestran; se hallan distribuidos en dos caporales que encabezan a ambas columnas y a los seguidores; llevan puesto en la cabeza una peluca que se conoce como acha,  hecha con colas de buey (van adheridas a un gorro de lana o tela), adornada con cintas de múltiples colores. Antiguamente llevaban una máscara que era la parte facial de un chivo, últimamente han dejado de utilizar por razones que se desconocen. Visten saco azul marino, en la espalda llevaban un mantel blanco con motivos finamente bordados con hilos de colores de “filosel”, ahora ha sido reemplazado  por una tela brillante con estampado y bordeado con flequillos,  camisa blanca, pantalón azul marino (para las vísperas)y pantalón blanco (para el día central), polainas bicolores y sobre éstas cerca a la rodilla van atados los cascabeles. A la altura del tórax llevan un rollo de  soguilla, simulando el cabestro o lazo que utilizan para lacear  y luego conducir al toro, llevan adherida una comadreja disecada, más conocida como “huayhuash”.
En la mano izquierda llevan una muñequita y en la derecha un garrote de lloque. (ROBLES GONZALES, Willelmo 1959)
El danzar de los rucus se produce al son de una  alegre variedad de cachua que toca el “cajero o pincullero” (músico que con habilidad peculiar ejecuta dos instrumentos al mismo tiempo un instrumento aerófono “pincullo” y otro de percusión “la caja”, utilizando ambas manos). Cuando el compás de la música les permite pararse de tiempo en tiempo los danzantes con las piernas lateralmente separadas se inclinan hacia adelante como sacudiendo su cabellera y al levantarse lanzan un grito fuerte diciendo: ¡juyyyyyy! … algunas veces como expresión de fatiga y otras veces de marcado entusiasmo.
Cabe resaltar en esta danza algo especial, cuando llega el día central o principal  de la fiesta, a eso de las cuatro de la mañana (4:00 horas), viniendo de Canchapampa hacen un alto en la capilla del morro Jirpún, allí el pincullero ubicado en la parte alta y visible ejecuta una melodía especial dando comienzo al “llamagarpuy” (arrear a las llamas) y los danzantes  poco a poco descienden por los caminos y las faldas del morro tratando de capturar al toro que al bajar  se embravece, se para, regresa, se escapa, persigue, arrebata, astea y hace pasar apuros y aprietos al repuntero que zumbador en mano trata de apaciguar, defenderse y arrear al embravecido animal. Los rucus, tratan de escapar de las astadas, caen, se auxilian mutuamente y persiguen al toro, todo el trayecto se les hace muy penoso, pero llegando a  “cachina patac”  le dan la salada (puñado de sal molida que el animal lame y relame con gusto) este acto de la salada es simulado con el pago que dan los rucus uno por uno al toro, éste último a veces se hace el difícil en recibir el pago; el pago es con moneda de uno o dos nuevos soles o en céntimos, en otras palabras con el sencillo que tenga cada rucu en ese momento,  así  logran ablandar el corazón y luego doblegar al toro con una certera lazada mientras se distrae; entonces,  cada rucu ata su soguilla a los cuernos del toro y  el animal sin escapatoria se ubica al centro y con protección total es ingresado a la ciudad haciendo un recorrido por las principales calles hasta la plaza principal, con zapateos en rueda en las esquinas, lo que se conoce como el “ochuy”. Ya llegando al local del Municipio toda la cuadrilla es recibida por el Alcalde Provincial y demás autoridades, mientras los rucus y el repuntero simulan amarrar al toro en una estaca y le ofrecen en venta al Alcalde, quien acepta el negocio, redactan el documento que se conoce como “Carta y Venta” y en pago hace entrega de varias botellas de aguardiente a los danzantes y a sus autoridades.
En otro momento, en medio del danzar de los rucus, el pincullero toca la carhuarina, entonces se produce una lidia con incidentes cómicos, se ha embravecido  el toro y embiste a los viejos que escapan, caen heridos, se auxilian, etc., pero el más perseguido con intensión de matarlo es el repuntero, una vez que tumba a éste lo cornea repetidas veces hasta dejarlo herido grave, los rucus van en su auxilio, lo  cargan y en ese instante el pincullero toca una fuga, entonces, el toro se separa a un lado en señal de triunfo y zapatea sólo, mientras los ancianos desesperados llevan cargado al herido a un costado.

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA:
1.    ROBLES GONZALES, Willelmo (1959) Narraciones, danzas y acertijos (del folklore huamaliano) Lima: Impr. El Cóndor.
2.    OLIVARES FIGUERA, Gandhy y TABOADA BOLARTE, Melvin (1998) Tatash, Auga, Acha Rucu y Tuy Tuy. Descripción y análisis musical de cuatro danzas huamalianas (I Convocatoria Nacional “José María arguedas”. Premio a los estudios sobre música y danzas en el Perú). Lima. Biblioteca Nacional del Perú  y Pontificia Universidad Católica del Perú.
3.    GARGATE ROSALES, Carmen Eulalia (1984) Tesis: El folklore huamaliano y su importancia educativa. Universidad Hermilio Valdizán de Huánuco.
4.    LUDOVICO BERTONIO…… (Completar datos exactos…)
INFORMANTE:
a.    SABRERA OCHOA, Toribio (Nacido en Canchapampa el 27 de abril de 1946, de profesión Sastre, actual Presidente de la Danza de los Rucus de Canchapampa   de los Residentes de Canchapampa en Huánuco).

Fileno Almanzor Dávila Gabriel
Huánuco, 30 de abril de 2012.




Nació el 7 de enero de 1956 en Llata-Huamalíes.
Estudios:
Inicial: Jardín de Niños Nº 30 de Llata.
Primaria: Escuela Pre.vocacional Nº 381 de Llata
Secundaria: Colegio Nacional Mixto “Víctor E. Vivar” de Llata
Superior:
Instituto Superior de Formación Magisterial “Marcos Durán Martel” de Huánuco
Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle” de Lima.
Post grado:
Maestría en Investigación y Docencia Superior en la Universidad Nacional Hermilio Valdizán de Huánuco
 Doctorado en Ciencias de la Educación en la Universidad de Huánuco.
Actividades y Reconocimientos:
Educador
 Difusor del Folklore y costumbres Huamalianas
Reconocido pincullero.
Premiado con Medalla del Arte y la Cultura por el INC – Huánuco (Por única vez a cada premiado)
Primer Decano Regional del Colegio de Profesores del Perú (CPPe 2008-2011) Región Huánuco Director de la Institución Educativa Parroquial "San Luis Gonzaga" de Huánuco
Catedrático Universitario
Conferencista en temas de Educación.

martes, 20 de marzo de 2012

EL SANLUISINO Y LA ORACIÓN:

Cada mañana encomendad a Dios las ocupaciones del día”. San Juan Bosco
La oración es esencial para la persona, por lo tanto, lo es para el sanluisino. Es un clamor que  se presenta desde lo más hondo de sí. Evadirlo o no atenderlo conduce a un sofocamiento interior que altera aún más las rupturas que afectan al ser humano.
En la bimilenaria historia del cristianismo han existido muchas formas de orar. La misma Sagrada Escritura así nos lo muestra.
¿Qué es orar?
Orar es dialogar con Dios, nuestro Padre celestial, para escucharle, alabarlo, darle gracias y pedirle aquello que nos conviene. Orar es abrir consciente, libre, voluntariamente, nuestro corazón a la divinidad.
La oración es hablar con Dios; conversar con nuestro Padre del Cielo, con Jesús, con el Espíritu Santo; conversar con nuestra Madre la Virgen María, con el ángel custodio, con los santos. Es el camino más cercano a Dios.g
En este diálogo lo más natural es que digamos alabanzas a Dios, le demos gracias por las gracias y beneficios recibidos, pidamos perdón e imploremos lo que necesitamos.
Para un cristiano orar es un deber y lo es también para el sanluisino. Si lo consideramos bien; ¡qué tal suerte la nuestra: poder hablar todos los días con Dios o con la Virgen, con la sencillez y confianza de un hijo con su papá, con su mamá!
Dios escucha siempre nuestras oraciones; lo dice la Biblia: "Me invocarán, y yo les escucharé" (Jer 29,12); "Pidan y recibirán" (Jn 16,24).
¿Tenemos obligación de orar a Dios?
Si, tenemos obligación de orar a Dios; pero no sólo obligación, sino necesidad, porque Dios es nuestro Señor y nuestro Padre, porque Jesucristo nos lo manda y porque la oración es el medio ordinario de alcanzar la gracia y los demás beneficios de Dios. San Alfonso María de Ligorio enseñaba claramente: "el que no reza, no se salva". Se debe orar  en todo tiempo.
¿Cómo hay que orar?
Algunas veces en forma personal y otras en conjunto, agrada mucho a Dios cuando se ora en familia, los sanluisinos debemos orar en familia, los padres junto a sus hijos en algún momento del día. Nuestra oración debe ser ofrecida en fe, en  espíritu de humildad y agradecimiento, en armonía con la voluntad de Dios.
¿De cuántas maneras puede ser la oración?
La oración puede ser mental y vocal; o sea, hecha sólo con la mente o hecha con palabras dichas con atención. Además con oraciones ya elaboradas y aprendidas o con palabras que salen del corazón y que van directo al corazón de Dios.
¿Dios escucha siempre nuestras oraciones?
Sí, Dios escucha siempre nuestras oraciones y nos concede lo que es más conveniente para nuestra salvación, mediante la oración tenemos acceso a Dios y podemos alcanzar el perdón, la paz y la fortaleza. Dios sólo actúa en respuesta a nuestra oración.
¿Debemos orar a la Santísima Virgen María?
Sí, debemos orar a la Santísima Virgen María porque es la Madre de Dios y es Madre nuestra que intercede por nosotros y a la que nada negará Jesús cuando le hable de nosotros. La historia de la Iglesia está marcada por la experiencia de que María Santísima nuestra Madre escucha siempre a sus hijos. Como bien dice una antigua oración cristiana: "Jamás se ha oído decir que alguno de los que han acudido a tu protección, implorando tu auxilio, haya sido abandonado de Ti".
¿Hemos de orar también al ángel custodio y a los santos?
Si, hemos de orar al ángel custodio porque está a nuestro lado siempre para ayudarnos, y a los santos porque interceden por nosotros ante Dios.
¿Porqué motivos debemos orar?
Hay tantos motivos por qué orar, debemos orar por ejemplo pidiendo ayuda y bendiciones para nuestros padres y familiares, maestros, autoridades, para nuestro estudio, trabajo, salud, economía, por los enfermos, ancianos, desvalidos, encarcelados, perseguidos, huérfanos, etc.

“Es necesario orar; el que ora como debe, alcanza de Dios todo lo que quiere”. Anónimo
Huánuco, 23 de marzo de 2012

FILENO ALMANZOR DÁVILA GABRIEL
Director

PERFIL DEL EDUCADOR CATÓLICO


El Colegio Seminario "San Luis Gonzaga" es una Institución Educativa Parroquial creada por la Diócesis de Huánuco. Esto es importante tenerlo en cuenta, porque el laico que trabaja en él como educador católico, deberá buscar la comprensión de las características y las razones de las mismas y procurará identificarse con ellas profundamente para que los rasgos propios del colegio se realicen a través de su trabajo personal.
Es por eso que se ha diseñado el Perfil del Educador Católico,  que permitirá encaminar al docente sanluisino hacia la  optimización de su labor educativa. Cada rasgo que se propone deberá ser analizado, meditado y en lo posible vivido:

COMO PERSONA:

ü  El Educador Católico, consciente de su filiación divina, coloca al hombre en la más alta dignidad, la de hijo de Dios, por medio del amor; le da como modelo y meta a CRISTO, Hijo de Dios encarnado, perfecto hombre, cuya imitación constituye para el hombre fuente inagotable de superación personal y colectiva. De esta forma el educador católico puede estar seguro de que hace al hombre más hombre.
ü  Su testimonio de vida arrastra más que su palabra. Los alumnos, padres de familia y sociedad en general miran con especial atención a los educadores católicos.
ü  Busca la socialización a través de la comunicación asertiva que llega al corazón, a la solidaridad y a la comunión con los otros y a la interacción de vida personal gracias a la voluntad; voluntad que hay que educar hacia la fraternidad.
ü  Revisa permanentemente su vida personal y  profesional y la orienta en orden al bien.
ü  Participa con entusiasmo en la búsqueda incesante de mejores seres humanos para una sociedad unida, democrática y justa, a partir de la construcción de una Iglesia local y nacional unida a sus pastores.
ü  Es defensor de los alumnos menos brillantes y de los débiles.
ü  Está en lucha permanente contra los antivalores.
ü  Es aquel que vive los valores cristianos cada día para poder sembrarlos entre sus alumnos y luego cosechar lo que sembró. Es consciente que si siembra valores cosechará felicidad, si siembra antivalores cosechará sufrimiento.
ü  Tiene siempre presente una actitud mental positiva, rompe el círculo vicioso o cadena de recuerdos de sensaciones desagradables y conductas negativas.
ü  Es un ser que busca el completo dominio de sí mismo, cuya vida y obras deben dar testimonio de que sabe lo que es justo, que es apto para todo, el que aprovecha y glorifica la vida y está por encima de la miseria que le circunda, que sabe sacar ventaja de todo lo que le rodea, un hombre fiel a sus convicciones tiene firmeza del alma en el bien.
ü  Muestra su amor a la verdad, la rectitud, la constancia en obrar siempre de acuerdo a su conciencia. Tiene los principios rectos bien grabados en la inteligencia y arraigados en el corazón.
ü  Cultiva con asiduo cuidado las facultades intelectuales, creativas y estéticas del hombre, desarrolla rectamente la capacidad de juicio, la voluntad y la afectividad, promoviendo el sentido de los valores, favoreciendo las actitudes justas y los comportamientos adecuados, introduce a sus alumnos en el patrimonio cultural conquistado  por las generaciones anteriores, prepara para la vida, fomenta el trato amistoso entre los alumnos induciéndolos a comprenderse mutuamente.
ü  Ve las cosas con realismo esperanzado y sano optimismo.
ü  Ayuda a guiar al educando hacia una actitud de apertura y sociabilidad para con los demás miembros de la comunidad educativa.
ü  Es consciente de que su labor educativa depende, no sólo de lo  que sabe, sino de lo que es, de su persona y de su vida.
ü  Colaborador, solidario, sencillo, prudente, responsable, mesurado y alegre.
ü  Respetuoso de sus pares, de los alumnos y de todos los miembros de la comunidad educativa, los tiene en cuenta desde la dignidad  de la persona. Apto para convivir y trabajar en equipo.
ü  Forma a sus discípulos en y para la libertad que incluye responsabilidad. Libertad que permite darse a sí mismos, siendo capaz de asumir las consecuencias de sus decisiones. Libertad para trabajar por el bien común y satisfacer sus necesidades básicas. Libertad para reparar el daño personal y social.


COMO DOCENTE:

ü  Es consciente de las notas distintivas del colegio católico donde labora y se identifica con ellas, creando un ambiente animado por el espíritu evangélico de libertad y caridad, ayudando a los niños y adolescentes a que crezcan según el mensaje de la salvación con la calidad de enseñanza religiosa que ofrece.
ü  Es el que tiene sentido de pertenencia a la institución, el que se identifica con su filosofía y axiología.
ü  Es el que tiene capacidad creativa, innovadora, es paciente, promueve la investigación, y la participación de los educandos en el proceso formativo y en el desarrollo del conocimiento.
ü  Es el que aplica una metodología adecuada, mediante la investigación, la construcción del conocimiento, la creatividad y sobre todo, el respeto al ritmo personal del alumno, teniendo actitudes de amor, perdón, de creer en el otro, de ayuda, de servicio y de exigencia bondadosa.
ü  Es el que adapte los contenidos al nivel de conocimiento y grado de desarrollo mental de sus educandos.
ü  El que esté dispuesto a su permanente actualización.
ü  Que tenga aspiración constante por la formación integral del alumno.
ü  Es un líder, que procura dar amor a sus alumnos y hace que éstos aspiren a ser mejores personas cada día a través de su ejemplo y coherencia de vida.
ü  Pone especial cuidado al realizar cualquier actividad por pequeña que parezca, porque en cada acto, gesto y palabra se está formando o deformando la conciencia de los alumnos y por lo tanto incluyendo en la construcción de una fe personal y de la escala de valores o antivalores que sin darse cuenta inculca o refuerza.
ü  Comprende que somos una dualidad indivisible: cuerpo y espíritu, por tanto con su labor debe desarrollar capacidades intelectuales, afectivas pero sin descuidar la dimensión espiritual que se manifestará a través del cuerpo en actitudes y comportamientos de acuerdo a lo que cada persona siente y cree.
ü  Actúa en conjunto con todo el personal del colegio para que todo el centro educativo viva en pastoral y por ende, todos los momentos estén impregnados del mensaje de la fe traducido en forma de vida y de fraternidad cristiana.
ü  Es aquel educador de la multiculturalidad, de la interculturalidad y de la inculturación. Es el que respeta la diversidad de las culturas, promueve el encuentro, el diálogo y la valoración mutua, en términos de conocimiento, valoración y acogida de los diferentes.
ü  Da a la educación calidad, eficacia y profundidad, da valores cristianos con una actitud de apertura, cambio y permanente perfeccionamiento.
ü  Es un formador de hombres, cuya profesionalidad tiene la característica esencial de ser sólida y científica (con cargo a mantenerla, elevarla y actualizarla), porque abraza el oficio profético de Cristo y lo prolonga con su magisterio, de lo contrario pondría en merma la formación integral del educando.
ü  Tiene en su vocación un trabajo de continua proyección social, ya que forma al hombre para su inserción en la sociedad, preparando a asumir un compromiso social ordenado a mejorar sus estructuras, conformándolas con los principios evangélicos y para hacer de la convivencia entre los hombres una relación pacífica, fraterna y comunitaria.
ü  El educador católico está preparado y predispuesto a asumir una responsabilidad que el Obispo le confía;
ü  Es autocrítico y creativo. Capaz de propiciar iniciativas significativas de creatividad, aprendizaje y formación.
ü  Contribuye a la creación de un ambiente  que posibilite la expresión auténtica de la realidad del niño y del joven para propiciar el dialogo, el encuentro, la cercanía como base para la orientación y el acompañamiento.
ü  Favorece en el colegio el clima de fraternidad, democracia, escucha, diálogo, integración y servicio, formando personas capaces de hacer opciones libres y responsables.
ü  Establece relaciones positivas con los padres de familia, profesores y demás miembros de la comunidad educativa.
ü  Es el que descubre, fortalece y consolida la vocación de los alumnos.


COMO CRISTIANO:

ü  Tiene una fe profunda en Dios, es decir, tiene la convicción que Dios actúa en su vida personal y en la historia de manera dinámica a través de la persona de Cristo.
ü  El educador católico es fiel imitador del ejemplo de Jesús Maestro.
ü  Asume seria y conscientemente el compromiso personal, familiar, laboral y social de educar evangelizando y de evangelizar educando a través del testimonio cristiano.
ü  Participa sencilla y activamente en la acción evangelizadora de  la Iglesia, además que es partícipe de las actividades litúrgicas que en su ámbito se desarrolle (especialmente la Eucaristía todos los domingos y los programados por el colegio). Los alumnos asimilarán mejor a través del ejemplo vivo la importancia que esa vida tiene para los creyentes.
ü  Se prepara constantemente en la profundización del conocimiento de su fe asumiendo compromisos pastorales con el colegio y con su parroquia de procedencia.
ü  Evangeliza a través de su labor educativa y pastoral con afecto y confianza.
ü  Su rol es de ser educador de la fe, formador de valores para cambiar la dinámica actual de la vida y deje de ser utópica la construcción del Reino de Dios.
ü  Es profeta en una realidad concreta, porque está llamado a ser la conciencia crítica y despierta de la comunidad educativa.
ü  Es un hombre de fe y esperanza, cree y espera porque la vida para él tiene sentido, sabe que la esperanza es siempre el tónico del espíritu que alienta, vigoriza y empuja a la acción eficaz, sin permitir que se apodere el desaliento.
ü  Contribuye a crear en su institución educativa una  comunidad de fe participando activamente en grupos de animación pastoral o cualquiera de los núcleos que sean fermento evangélico.
ü  Protagonista comprometido en la misión evangelizadora, manifestando su adhesión a la función trascendente del docente católico.
ü  Promotor del crecimiento espiritual e intelectual de los alumnos
ü  Vive su profesión como una vocación de servicio con alegría y amor, entregando a la labor educativa sus valores, su tiempo y sus capacidades.
ü  Infunde respeto a la vida como don de Dios,  vive su trabajo como misión y compromiso cristiano.

                                                                                 
PERFIL DEL EDUCADOR:

La personalidad del educador es uno de los factores más importantes de la Educación de la Fe, porque todos sabemos que los alumnos aprenden lo que ven de sus educadores: captan sus actitudes, reflejan sus convicciones, en ocasiones imitan su comportamiento, incluso repiten sus mismas afirmaciones.

“Se educa más por lo que se es, que por lo que se dice”.

Para que en las Instituciones Educativas trabaje un maestro que educa según el Evangelio, se propone que debe reunir estas características:
  • Ser y sentirse un educador profesional:
Esto quiere decir, hacer nuestro deber, nuestras tareas con claridad, poniendo en ello lo que hemos aprendido y preparado, todo lo que sabemos y podemos.
  • Ser una persona reflexiva y de oración:
Ser persona que crece interiormente y desarrolla una buena relación con Dios: el Dios de la Biblia y de la Iglesia, pero también el Dios personal, mío, tuyo, con el cual hablo y le escucho, le pregunto y me orienta.
  • Sentir la responsabilidad de ser colaboradores:
Somos colaboradores de los padres, primeros educadores de sus hijos, somos también colaboradores de éstos en su proceso de formación y madurez; a la vez que somos colaboradores de los compañeros de trabajo y finalmente colaboradores (agentes) de la pastoral de la Iglesia.
  • Sentirse Iglesia:
Para el Maestro Católico es fundamental sentirse agente pastoral y portador de la buena noticia.  Ser iglesia tiene que empujarnos a conocerla más, a involucrarnos en su accionar, a participar de su mensaje y oración.
  • Saber que uno representa a Cristo Maestro:
Que nos llama a liberar a nuestros alumnos de la ignorancia, de los peligros, de las limitaciones que tienen, de las decepciones y frustraciones para que ellos solos salgan al encuentro de su propia vida.
  • Saber manejar el stress, las presiones:
En nuestro tiempo es frecuente que se produzcan enfermedades psicosomáticas, por no saber manejar nuestras presiones y emociones.  Es necesario encontrar con inteligencia y voluntad formas adecuadas que nos llevan a superar el stress como: No ser rutinarios o perfeccionistas; reaccionar con sinceridad frente a críticas, mentiras, etc.
  • Tener autoestima:
Es esencial que el maestro tenga una buena imagen de sí mismo, confianza y seguridad en sí a pesar de sus limitaciones porque es conciente de su vocación, de  su capacidad y de su misión evangelizadora que le permite sentirse bien, ser sereno, positivo, justo, veraz y afectuoso con sus alumnos, colegas y superiores..
  • Tener el don de la disponibilidad:
Por disponibilidad entendemos la actitud de apertura en nuestro servicio, dentro de los límites de nuestra capacidad y de nuestras posibilidades; entendemos además una generosidad de entrega que supera el mero dar solamente lo que uno debe; es darse hasta donde uno realmente puede y dentro de las necesidades.
  • Tener sentido del humor:
El don del buen humor es reír y saber hacer reír sanamente, descubriendo el lado cómico y alegre en nosotros mismos y en nuestro alrededor.  El don del buen humor encierra un enorme estímulo para sí y para los demás a ser positivos y optimistas.
  • Probar satisfacción y gozo con lo que se hace:
Nada más destructivo en la vida es tener que trabajar en algo que no nos gusta.
Si no estamos convencidos cada día de que estamos haciendo lo que más nos gusta, lo que nos da satisfacciones, y para lo cual nos habíamos preparado y hemos sido llamados; entonces tenemos que hacer un alto en nuestra vida y preguntarnos si no ha llegado el momento de revisarlo todo e introducir cambios de ruta o de trabajo.

                                               Huánuco, 13 de marzo  de 2012.

Fileno A. Dávila Gabriel
DIRECTOR




“EL BUEN MAESTRO HACE QUE EL MAL ESTUDIANTE SE CONVIERTA EN BUENO Y EL BUEN ESTUDIANTE EN SUPERIOR”´.   M.Torres

lunes, 19 de marzo de 2012

FILENO A. DAVILA GABRIEL: "IDEAS FUERZA PARA EDUCAR"

FILENO A. DAVILA GABRIEL: "IDEAS FUERZA PARA EDUCAR"

IDEAS FUERZA
PARA EDUCAR
Fileno Almanzor Dávila Gabriel

Resumen

            En los tiempos actuales donde la escuela parece haber descuidado su labor educadora y sólo ha priorizado la función de transmitir conocimientos y más conocimientos, se hace necesario proporcionar a los maestros y padres de familia algunas ideas fuerza que les permita reflexionar y cambiar de actitud para desarrollar una verdadera tarea educadora que permita formar personalidades en las nuevas generaciones que sean  útiles a sí mismos, a su familia, a la patria y a la humanidad.  No es del todo bueno que un maestro simplemente sea transmisor de un conocimiento en una rama específica de la ciencia, ya lo dice Frey Betto: “Hoy se educa la razón sin educar el corazón, originando personas intelectualmente adultas y sentimentalmente infantiles, falsas y hasta agresivas”.

GREAT IDEAS
FOR TEACH
Abstract
        In the actual time where the school doesn’t care for its education work and just it center its force in its function to give teaches and more teaches, so it would be necessary to give to teachers and family parents “great ideas” that it leaves to think and change their behaviors to development a true education work and this will leave to create personalities into the new generations that would be important to themselves, to their family, to the country and the humanity. Isn’t as good that a teacher only be a teaches giver in a specific area of the science, as said Frey Betto:” Today we teach the reason without to tech the heart, so we create adult intellectually persons and sentimentally child, false and agresives”.



INTRODUCCIÓN

            En estos últimos tiempos la educación ha vuelto a ser un tema importante que se viene introduciendo en las agendas públicas.  Desde ya esto es una buena noticia. En todos los sectores de la sociedad existe la preocupación por tratar con seriedad el tema de la educación, los mismos maestros al sentirse solo transmisores de un conocimiento  en una rama específica de la ciencia, están reflexionando y sólo les falta tomar la decisión de cambiar de actitud, así como la fuerza de voluntad y la perseverancia para poner en camino a ese cambio que tanto se pregona.

La meta del maestro debe ser la de educar, es decir formar una personalidad en cada uno de sus alumnos, imbuyéndoles una serie de valores, para ello debe ser el mismo maestro modelo de referencia de los valores, para que su alumno pueda interiorizar los valores de su educador; su trabajo ha se ser muy comprometido, es por ello que se le alcanza algunas ideas que considero “ideas fuerza”, que considero será su soporte del maestro, primero para su decisión de cambio y luego su fortaleza de llevarlo a cabo.

Se dice que el siglo XXI, va a ser el siglo del conocimiento, sin embargo el gran fenómeno de la globalización, necesita de una escuela nueva, no la de ayer que está atrapada en la memorización, en la trivialidad y la inoperancia que le resulta inútil. Los maestros auténticos son los llamados a emprender este gran cambio, son los que han de sacar a la educación de la simple capacitación para la producción y el consumo, son los que deben llevar adelante la formación integral de la persona.


I.  NADIE DA LO QUE NO TIENE:

            En efecto, para dar hay que tener y para tener hay que buscar con sacrificio y generosidad, en suma hay que buscar acumular más experiencias enriquecedoras, más conocimientos, más sabiduría,  mejores y suficientes orientaciones, consejos, opiniones, etc. Todo esto nos obliga con sinceridad a mantenernos en constante actividad de preparación, de lectura, de estudio, de investigación  y de trabajo, no podemos mantenernos conformistas, inactivos y cómodos con lo poco que tenemos, así dentro de poco ya no tendremos nada que dar, así nos volveremos rutinarios, descuidados, improvisados e improvisadores, mentirosos y aburridos.  Es preciso tener presente siempre esta idea fuerza que nos hará reflexionar y permitirá desarrollar en cada uno de nosotros el espíritu de cambio y mantener vivo el deseo de superación, la vocación de servicio cuya máxima satisfacción es el de  dar antes que el recibir, por lo tanto se puede sostener que: “quien mucho tiene, mucho puede dar”.

            En educación como en la vida, detenerse es retroceder,  No nos podemos detener en buscar para tener y luego dar.  Aún cuando el camino no está hecho, nos debemos lanzar a hacerlo y recorrerlo. No buscar para tener es darle la espalda a la vida. Es momento de cambiar, recuerda que la escuela sólo cambiará cuando cambies tú.

II. CONOCER, AMAR Y SERVIR:

            Esta idea fuerza  nos hace saber que el maestro tiene la obligación ineludible de conocer a sus alumnos, así como los padres a sus hijos y el médico a sus pacientes, porque sólo lo que se conoce se puede amar, sabido es que nadie ama a algo o alguien que no conoce y consecuentemente este amor te lleva a servir con entrega sin pedir nada a cambio.  Esta idea fuerza se aplica también a diversos casos y circunstancias de la vida, por ejemplo, a nuestros alumnos les debemos hacer conocer su realidad natural, recorriendo palmo a palmo toda su geografía, visitando sus cerros, sus colinas, sus ríos, sus llanuras, sus quebradas, su clima, etc.; del mismo modo les debemos hacer conocer su realidad social para que puedan interrelacionarse con las otras personas que allí viven sembrando una amistad firme y duradera; con el mismo interés también le debemos hacer conocer su realidad cultural para que aprecie y exprese lo que su gente hace o produce (bienes culturales materiales y bienes  culturales espirituales) y así  desarrolle su identidad cultural.
           
            En resumen si uno conoce bien a su suelo, a su gente y todo lo que su gente hace o produce, se les puede llegar a amar y de ello nace la vocación de servirles con toda la intensidad de su ser.

            Es imprescindible que un maestro conozca bien a sus alumnos y que los padres de familia conozcan bien a sus hijos, este hecho les permite atenderlos con precisión y significatividad en lo que a ellos les interesa, lo necesitan. En lo que resuelven sus problemas y satisfagan sus aspiraciones.

            Es deber del maestro aprender a conocer bien a sus alumnos, acercándonos, escuchándole, interrogándole, interesándonos por ellos, etc., hasta llegar a conocerlos en sus necesidades, intereses, problemas, aspiraciones, anhelos, porque solamente de este modo se les puede ayudar mejor a satisfacerlos y resolverlos; además se cometerá menos errores al educarlos y al brindarles consejos y orientaciones oportunos.

III.           INFUNDIR EL AMOR AL ESTUDIO, AL TRABAJO  Y A LA ORACIÓN:

            Desde muy pequeños a nuestros alumnos e hijos les debemos inculcar el amor al estudio como fuente permanente de superación, de conocimiento y sabiduría; amor al trabajo como fuente de riqueza, de bienestar, de realización personal y de santidad; y amor a la oración como un acercamiento a nuestro Creador, alabándolo, dándole gracias por los beneficios recibidos, pidiendo perdón por nuestras faltas y pidiendo ayuda en nuestras necesidades y carencias.  Todo esto, no sólo con la prédica, sino con el ejemplo, en consecuencia estudiemos, trabajemos y oremos juntos, porque esta idea fuerza, no solo debe servir para ser sabido, sino para ser vivido intensamente.

            De manera constante, o sea en cada acto de nuestra vida diaria,  la oración como el arma más poderosa de cada cristiano, debe acompañar tanto al estudio como al trabajo, la tarea diaria debe ser orar antes de estudiar y orar antes de trabajar, para que el estudio como el trabajo sean bendecidos por Dios y nosotros alcancemos el éxito que esperamos de ellos.

IV.   LA PRÁCTICA COTIDIANA DE LOS VALORES:

            Se dice y se ve cómo en  la actualidad nuestra patria atraviesa una crisis generalizada de valores, esto quiere decir que chicos y grandes, menores y mayores no practicamos como es debido los valores y es más carecemos de modelos de valores y por lo tanto no hay a quien imitar, en consecuencia, aquí es necesario que todos nos pongamos a reflexionar y decidir qué debemos hacer para revertir esta sonada crisis que nos mantiene postrados y hasta alarmados. Muchos dicen que los valores no se predican, sino se transmiten, vale decir, que se enseña con el ejemplo y quienes deben dar el ejemplo, en primer orden somos los mayores o sea los  padres y los maestros.  Pero, ¿si estamos en crisis de valores nos hallamos en condiciones de ser modelos para nuestros hijos y alumnos?  Claro que no, aquí hay varias cosas por hacer: primero, una toma de conciencia de nuestra realidad colectiva y personal, luego tomar una decisión de cambio efectivo  e inmediato que debe plasmarse en la práctica cotidiana.  Consecuentemente tenemos que empezar diciendo y haciendo ¿Qué valores practico y qué valores no practico?  La tarea fundamental que nos toca es hacer el esfuerzo de poseer más valores y aquí debemos desplegar el esfuerzo de asumir inmediatamente el mayor número de valores posibles, que a su vez nos permitan superar nuestras carencias y deficiencias, de este modo seremos capaces de ir adornando poco a poco nuestra personalidad con muchos valores hasta convertirnos en verdaderos modelos para nuestros hijos y alumnos; que esta decisión y esta práctica no sólo sea flor de un día, sino algo permanente.

            No es fácil educar valores, hay que tener el valor de educar.

V.  SEMBREMOS LA CULTURA DE LA PERSEVERANCIA, TENACIDAD, RESILIENCIA,     CONSTANTANCIA, ETC.:
           
            Hoy asistimos a una vida donde el facilismo parece habernos seducido y nos mantiene oprimidos,  casi todo lo  queremos obtener fácilmente, procuramos esforzarnos lo menos posible, nos desanimamos muy rápido de algo que nos hemos propuesto hacer ante el primer obstáculo que se nos presenta, hemos perdido la fama de luchadores y emprendedores, no tenemos la capacidad de responder con altura y dignidad ante las adversidades y dificultades.  Como muchos afirman, en los colegios hemos creado y pertenecemos a la cultura del “once”, ahora nos caracterizamos por hacer esfuerzos mínimos como por ejemplo, sólo nos esforzamos para sacar la nota de once y así  pasar por agua tibia  como decían los abuelitos; y como verán, así no somos mejores ni en extensión ni en profundidad en todo orden de cosas.  Si de veras queremos cambiar, es momento ya de enseñar a las nuevas generaciones a superar todo esto, promoviendo un cambio personal inmediato, no podemos esperar para mañana, porque mañana simplemente no llega, es una mentira piadosa.  El defecto que muchas veces tenemos también es que, primero esperamos que otros cambien para hacerlo luego nosotros, así no funcionan las cosas, el cambio efectivo comienza por uno mismo y los demás cambian ya al vernos que hemos cambiado, así por efecto multiplicador hagamos que los demás cambien con nuestro certero cambio, seamos para ellos el ejemplo, procuremos convertirnos algo así como en el fuego que tiene dos virtudes: de dar luz y calor; seamos luz con nuestro ejemplo y seamos calor al ser fraternales con los demás.  También es preciso sembrar en los alumnos y en nuestros hijos el espíritu de trabajo, de resistencia a los rigores del trabajo, de ser perseverantes, consecuentes, tenaces, constantes y resilientes; que son los ingredientes indispensables del éxito, de la victoria, del triunfo y la superación.  Hagamos que nuestros alumnos se formen ideales superiores y tengan motivos por los que luchar, que sean visionarios y procuren volar alto como lo hace el águila y no como la gallina a poca distancia del suelo.


CONCLUSIÓN

            Ser maestro implica ser sacrificado,  abnegado y perseverante, inconforme con lo que ya sabe y conoce, el maestro debe ser aquel que ha decidido ser un eterno estudiante, porque su estudio no termina cuando obtiene el título, sino que es constante hasta el fin de su vida, debido a que  los conocimientos se renuevan, la ciencia avanza, la tecnología crece, la información se produce en grandes volúmenes diariamente, todo ello exige al maestro estudio e investigación permanente y por amor propio, si quiere estar al día con el avance científico y tecnológico debe estar en constante estudio.

            Para educar, hay que aprender a educarse uno mismo, cuando otros han terminado de educarnos.


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1.    Antonio P. E. Educar Valores y el Valor de Educar. Parábolas. San Pablo distribución 2000.
2.    Eduardo B, Nelly G. M. Educación en Valores. Centro de Proyección Cristiana.
3.    José C. G. Relaciones Humanas, por qué, para qué. Ediciones “Aporte” Arequipa. 2000.
4.    Leo, B. Cómo amarnos los unos a los otros. Desafío de las Relaciones Humanas. Editorial Diana México 1986.





Huánuco, 16 de marzo de 2009.